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ahorro energetico hospitales

¿Cómo fomentar el ahorro energético en hospitales?

La necesidad de ahorrar energía en los hospitales

¿El ahorro energético en hospitales es tan importante? Sabemos que los hospitales son lugares de primera necesidad para cualquier comunidad, su cometido es proveer a la población de una atención a la salud excelente, integrada en el ámbito social y comunitario, generando nuevos conocimientos y potenciando la docencia, la innovación y la investigación.

Como es de esperar, un sitio así utiliza todo tipo de utensilios, aparatos y sistemas que requieren energía eléctrica, por lo tanto, recaen en el consumo energético. Para entender mejor la importancia del ahorro en los hospitales, vamos a explicarte brevemente los aspectos más relevantes de los mismos, y cuál es la situación actual.

ahorro energetico en hospitales

Consumo energético

Para ejemplificar y entender el gasto energético de los hospitales, usaremos de ejemplo a los de España.

En los hospitales españoles hay una alta variabilidad en el consumo, en relación con el tipo de las instalaciones y de su tipología. Para entendernos mejor, un hospital puede llegar a consumir entre 20 y 60 mil kWh por cama (una cama de hospital consume más que una de domicilio), y unas 20 toneladas de CO₂ de media, lo que implicaría un gasto de entre 180 y 580 euros al mes.

Además, los hospitales consumen energía todos los días del año, tanto eléctrica, como combustible de gasoil y propano. La mayoría de estas energías tienen como fin la climatización de las diferentes estancias del edificio, la ventilación, la iluminación y el suministro de agua caliente. El consumo aproximado de los hospitales es de 6 mil GWh, lo que se traduce en un 2% del consumo total del país.

¿Cuánto ahorro puede suponer controlar el consumo energético de los hospitales?

Una correcta eficiencia del consumo energético puede llevar a una mejora del 20% en el ahorro económico, con periodos de retorno de inversión medios de tres años. Pero mejorar los sistemas de consumo no ofrece solamente eso, también puede desencadenar efectos positivos colaterales.

Esos efectos positivos pueden abarcar desde la mejora del confort de pacientes y trabajadores, hasta crear una buena imagen a través de la publicidad que se genera debido a los buenos cambios introducidos y sus resultados, que va de la mano con recibir beneficios económicos.

Pero la mayor ventaja del ahorro, es que al ejecutarlo correctamente, se cumplen las normativas del consumo energético y eficiencia. Además de beneficiar al medioambiente, puesto que esforzarse por mantener un menor consumo, significa que la emisión de gases con efecto invernadero, es menor.

hospitales con ahorro energetico

Consejos para mejorar la eficiencia energética de los hospitales

Aprender todo lo anterior está genial, pero lo realmente útil reside en descubrir cómo mejorar la eficiencia y reducir el consumo, para contribuir a un mantenimiento sostenible y velar por un futuro mejor. A continuación, te explicaremos detalladamente las medidas que se pueden tomar para cumplir con el objetivo.

Aislamiento

Del calor generado en un hospital, dos tercios se pierden a través del techo y las paredes del edificio, mientras que la parte restante se va por los sistemas de ventilación, puertas y ventanas. Por lo tanto, mejorar el aislamiento en la propia edificación ayudaría directamente a disminuir las pérdidas de calor, y reduciría los costes de la climatización.

Para complementar este aislamiento, se debe realizar un mantenimiento regular del hospital, y buscar periódicamente los posibles desperfectos en toda la estructura. Por ejemplo; ventanas rotas, puertas que no cierran bien o paredes en mal estado.

Iluminación

Hasta el 20% de la energía empleada en un hospital, es debido a la iluminación, que a su vez es el 35% de la electricidad.

Para reducir este porcentaje rápidamente, existe la opción de instalar fluorescentes de trifósforo (que tienen alta durabilidad y otorgan luz natural) cuando se agoten los fluorescentes convencionales, u optar directamente por la tecnología LED, que es la más eficiente actualmente aunque su coste inicial sea superior.

Otra de las maneras es, concienciar a los empleados sobre el ahorro energético, y tener una forma de apagar manualmente las luces que no son necesarias, además de añadir temporizadores y detectores de presencia a las luces, para que se apaguen o enciendan cuando sea estrictamente necesario.

Los circuitos en paralelo también ayudarían a crear un sistema donde se puedan apagar las lámparas cercanas a la ventana, ya que hay horas del día donde ya entra la luz natural y, por lo tanto, no es necesario encender nada.

Ventilación

Como la renovación del aire y las necesidades de desinfección son plato de cada día en los hospitales, los motores de los ventiladores son una parte esencial en el consumo total energético. Por eso la ventilación es un punto importante que tratar.

Primero se deben definir cuáles son las zonas del edificio que no necesitan una ventilación especial, por ejemplo las zonas administrativas, las cuales no requieren del cuidado de las zonas sanitarias, donde es prioritario que el aire sea renovado constantemente. Una vez hecho eso, se debe desplazar el aire de las partes más limpias, a las que tienen más presencia de agentes infecciosos, así se aprovecha mejor el sistema.

La implementación de ventiladores con velocidad variable permitirían regular la cantidad de energía que utilizan, según se necesite en el momento. Y en la medida de lo posible, es buena idea emplear la ventilación natural, e incluso complementarla a la anterior si es necesario.

No debemos olvidar aplicar un sistema que regule la ventilación y detecte anomalías o fallos, como las fugas o las obstrucciones en los filtros de aire, que disparan el consumo de los aparatos.

Sistemas de gestión energética

Un SGE (denominación para los sistemas de gestión energética) se basa en una red integrada de diferentes subsistemas (calefacción, ventilación y aire acondicionado) provistos de monitorización y control. Todos ellos se controlan desde un ordenador central, evitando de esa manera posibles descoordinaciones y aplicar ajustes en tiempo real.

En caso de que se necesite optimizar la eficiencia y el uso de energía, este sistema de gestión puede actualizar los ajustes de manera automática.