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La necesidad de ahorrar energía en la oficina
El ahorro energético en oficinas se ha vuelto imperativo hoy en día, ¿a qué se debe esto? Las oficinas son parte de la vida cotidiana para la mayoría de gente, existen gran cantidad de sectores y negocios que las necesitan para crear un espacio para sus trabajadores, donde puedan ejercer su labor sin problema.
Precisamente el hecho de que sea tan habitual, y el empleo reiterado de consumo eléctrico para mantener activos todos los elementos de la oficina, la convierten en un blanco directo del derroche energético y falta de control en el consumo.
Antes de empezar a hablar sobre el gasto energético de las oficinas, debemos aclarar algunas cosas.
El gasto es variable dependiendo de varios factores; el número de empleados, la cantidad de equipo que se utiliza y su eficiencia energética (incluyendo calefacción y aire acondicionado), el tamaño del sitio y la tarifa de luz contratada. Todas son razones de peso a la hora de hacer cálculos, y aun así, queda por valorar si la oficina usa energías renovables (o no), y es autosuficiente.
Pese a que es complicado conocer un porcentaje fijo sobre el consumo de todas las oficinas en general, sí podemos averiguar en que franjas de tiempo aumenta el gasto energético, y cuánto corresponde a cada cosa.
Según la Guía de ahorro y eficiencia energética en oficinas y despachos desarrollada por la Comunidad de Madrid, el mayor gasto de este sector proviene de la iluminación (20% del gasto total), la climatización (40% del gasto total) y los equipos eléctricos (35% de gasto total).
¿Cuánto ahorro puede suponer implantar medidas de consumo energético en la oficina?
Aplicar medidas correctas en pos de aumentar el ahorro energético, ayuda a crear un sistema sostenible y velar por el medioambiente. Implantar modelos de oficina que incrementen la efectividad de esas medidas, también tiene buenos resultados.
Por ejemplo, optar por espacios de trabajo flexibles en cualquier tipo de compañía (sin importar el espacio). El cambio de dinámica puede parecer arriesgado, pero un modelo de negocio híbrido puede llegar a reducir en un 30% el coste fijo y el consumo.
La razón de que esto ocurra es, que al no obligar a los empleados a trabajar todos a la vez en un espacio, puedes reducirlo y establecer horarios de funcionamiento (o de cierre y apertura) más cortos. De esta manera es mucho más sencillo hacer un seguimiento del gasto de energía en cada puesto, y cada sector.
A continuación, vamos a repasar los mejores métodos para mejorar la eficiencia energética en la oficina, y así mejorar el ahorro.
Cómo mejorar la eficiencia energética en la oficina.
Como ya sabemos, al producir energía se genera contaminación que provoca un montón de efectos dañinos en los ecosistemas y el medioambiente, resultado que también se da con las materias primas, que son el medio para la fabricación de recursos que posteriormente utilizamos en el ámbito laboral. Para ayudar a evitar esto, vamos a mostrarte formas viables de mejorar la eficiencia energética en la oficina.
Iluminación
Cambiar el tipo de luces es un gran paso. Sustituir una iluminación de alto consumo y obsoleta por otra más eficiente, como la tecnología LED, puede incrementar aún más el porcentaje de ahorro en el consumo de la oficina. Inicialmente, es una inversión más costosa, pero es altamente rentable a largo plazo.
También se sabe que la luz natural es una gran aliada, hay una extensa franja horaria a lo largo del día donde se pueden abrir persianas y cortinas para prescindir de las lámparas durante un tiempo. Si a esto, le sumamos el esfuerzo de educar al empleado para que no dejen luces encendidas innecesariamente, se empezarán a notar los resultados pronto.
Por último, estaría genial contar con un sistema de encendido y apagado por zonas (utilizando la luz cuando solamente si es necesaria), y un detector de presencia en las zonas de paso y acceso (para evitar que las luces se queden encendidas).
Climatización
En este apartado, es necesario instalar termostatos y sistemas de control de encendido o apagado de la climatización, ya que el 50% de la energía que usan los aparatos de climatización en la oficina, se consume en horarios sin actividad.
Controlar la temperatura máxima de los aparatos como el aire acondicionado es vital, se debe intentar mantener una temperatura estable y sin muchas variaciones, tanto en verano como en invierno, puesto que una diferencia de apenas un par de grados, puede significar entre un 5 y un 10% de ahorro, o de pérdida.
Una opción desconocida, pero que ayuda activamente a ahorrar, es aprovechar el posicionamiento de la fachada a nuestro favor. Por ejemplo, si la orientación del bloque es hacia el norte, podemos instalar persianas gruesas que resguarden del frío, por tanto, se requerirá menos gasto en calefacción. En cambio, si es hacia el sur, colocar vinilos o cristal sombreado para evitar que las estancias se saturen de calor.
Electrodomésticos
En mayor o menor medida, muchas oficinas recaen en el uso de electrodomésticos; ya sea porque necesitan un área de cocina, o una de descanso. Para desarrollar una buena sostenibilidad, debemos seleccionar los aparatos más eficientes, los cuales distinguiremos por llevar una etiqueta energética de clase A o superior (A++ y variantes).
El frigorífico es el electrodoméstico por excelencia que más energía gasta, en su caso es obligatorio elegir uno con la etiqueta energética adecuada. Incluso en la vivienda, este aparato supone un 30% de la factura de luz total.
Para reducir en el lavavajillas, hay que utilizar programas cortos y de baja temperatura. Por otro lado, en el caso de un microondas, se debe que desconectar cuando no se necesite para evitar un consumo pasivo o emplear una regleta que se encargue de ello. La misma norma del microondas, se aplica para las cafeteras.
Equipo informático
Los equipos deben optimizarse con piezas asequibles para una oficina; instalar ordenadores con malas características resulta en consumir más energía por sobreesfuerzo, y a su vez, instalar unos extremadamente sofisticados si no hacen falta, significa un coste inicial que no hace falta para la tarea que se va a ejecutar.
Además, el equipo informático genera mucho calor, sobre todo en espacios cerrados como lo son las oficinas. Apaga los ordenadores y otros dispositivos al terminar la jornada, o en los puestos que no se estén usando. De no hacerlo, se generaría un efecto submarino por el calor, que dependería de la refrigeración y aumentaría el gasto.
Conciencia del trabajador y otros
Proponer una cultura de empresa enfocada al consumo responsable; eliminar el uso de papel y el consumo indirecto de energía (como plásticos y otros materiales de oficina).
Y como explicamos antes, jornadas que faciliten el teletrabajo también son una gran opción para evitar la acumulación de gente en la oficina y el consumo energético.
Fuentes
https://www.fenercom.com/wp-content/uploads/2017/04/Guia-de-Ahorro-y-Eficiencia-Energetica-en-Oficinas-y-Despachos-fenercom-2017.pdf
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