¿Has oído hablar sobre la caldera de biodiésel? En esencia, es un elemento funcional que aprovecha las cualidades que ofrecen los combustibles renovables y limpios (más adelante te contaremos más detalles acerca de las calderas).
Son una herramienta perfecta para cumplir el rol de calefacción y cuenta con varias décadas de historia. ¡Vamos a explorar juntos todos los aspectos de un elemento que puede contaminar menos!
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Qué son las calderas de biodiesel
Como su propio nombre indica, las calderas de biodiésel son aquellas que pueden utilizar este tipo de combustible verde como carburante.
Habitualmente, se llena el depósito de la caldera con una variante de biodiésel conocida como B20. Esta nomenclatura hace referencia al contenido de biodiésel que tiene el compuesto, en este caso, un 20%.
El origen del biodiésel como combustible es natural y renovable, puesto que se obtiene a través de materia vegetal que puede transformarse en aceite. Hay dos tipos de materia vegetal viables:
- Aceites vírgenes.
- Aceites reciclados.
En la actualidad, la mayor parte del biodiésel que empleamos en cualquier ámbito se encuentra mezclado con el diésel convencional.
¿Hay proyectos para implementar el uso de la caldera de biodiésel?
Las calderas de biodiésel son un elemento en desarrollo que aún se está popularizando, mientras que el biodiésel está en proceso de acercarse a mayor cantidad de consumidores por todo el mundo.
Ya se han ejecutado diferentes proyectos para cumplir con este acercamiento, así que vamos a exponer dos de los más famosos; uno en España y otro en Estados Unidos.
Proyecto de Tifell y el centro de investigación IK4-Ikerlan
Hace aproximadamente 8 años, la conocida caldera alavesa Biofell logró unir los dos elementos, siendo que su funcionamiento es apto para fines de calefacción o agua sanitaria.
El gasóleo que utiliza el dispositivo es de tipo C, aunque también soporta el gasólio C con aceites vegetales.
Esta caldera contamina en menor cantidad que los modelos convencionales y su vida útil es superior a los 25 años. Aprovecha las mezclas que contienen un 70% de aceites y su valor inicial en el mercado ronda los 5.000 euros.
Pese a su alta inversión inicial, puede amortizarse el coste en menos de 5 años.
Proyecto de Fred M. Schildwachter e hijos
En este caso, nos desplazamos hasta Nueva York, donde una empresa distribuidora de carburantes empezó su venta de biodiésel en los años 2000.
El precio era el mismo que el biodiésel de toda la vida, con la idea de fomentar su compra y utilización. Por si fuera poco, la empresa disponía del apoyo federal para continuar con la iniciativa, puesto que velaban por los carburantes limpios.
La mezcla que vendían constaba de un 80% de diésel y un 20% de biodiésel, siendo un gran éxito entre los compradores.
Problemas para usar las calderas con biodiésel
Como cualquier otro sistema innovador, las calderas con biodiésel tienen algunos inconvenientes. El más evidente es que no soportan el 100% de tipos de biodiésel que existen.
Las personas que cuentan con una instalación de caldera convencional, sufren económicamente al realizar el cambio total del sistema.
Cabe destacar que las calderas están en un mercado en expansión, que no parece prioridad para muchas empresas de diferentes industrias. Esto provoca que su entrada a las viviendas se ralentice y los usuarios tengan quejas al respecto.
Preguntas frecuentes de calderas de biodiésel
¿Hay normativa de uso de biodiésel en calderas y motores?
Por supuesto, hay un decreto que vela por la regulación de los criterios de la sostenibilidad, tanto en los biocarburantes como en los bio líquidos y los combustibles de biomasa. Hablamos del Real Decreto 376/2022.
Fuentes del artículo
- Real Decreto 376/2022, de 17 de mayo.